
Tokelau, es un pequeño archipiélago localizado en medio del Océano Pacífico, perteneciente a Nueva Zelanda. Está conformado de tres islas y aproximadamente 125 islotes. Tiene una población de alrededor de 1,500 habitantes.
El suministro de la energía eléctrica se lleva mediante la utilización de paneles solares, siendo el único territorio en el mundo que funciona al 100% con energía solar fotovoltaica.

Este proyecto fue realizado por el temor ante los efectos del cambio climático, principalmente en el nivel del mar. Las emisiones de gases de efecto invernadero en Tokelau eran mínimas, sin embargo, el mensaje era claro, enseñar al mundo que la transición energética hacia las energías renovables es posible.
En un principio el territorio dependía únicamente de generadores eléctricos a diésel, sin embargo, este tipo de combustible representaba un costo anual de 825,000 dólares, así como la contribución en la generación de gases de efecto invernadero.
Es bueno que por fin se pueda dejar de utilizar las centrales eléctricas que funcionan a partir de diésel; las fugas de combustible crean enormes problemas para el medio ambiente
Murray McCully, canciller de Nueva Zelanda
Dado este problema, el Ministerio de Asuntos Exteriores y Comercio de Nueva Zelanda, decidió financiar el proyecto solar, el cual consistió en cambiar los generadores a diésel por un total de 4,000 paneles solares, con una inversión aproximada a los 7 millones de dólares.
Es un ejemplo de cómo las pequeñas naciones del Pacífico pueden mostrar el camino en materia de energía renovable